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martes, 3 de octubre de 2017

Retomando el camino constituyente

Por Luis Manuel Aguana

Algunos amigos han vuelto a escribirme preguntándome que pasó con el proyecto Constituyente del que tanto había escrito, habida cuenta de la trastada del régimen y su ya harto famosa constituyente fraudulenta.  A todos le he contestado lo mismo: nunca pensamos en la constituyente como un fin sino como un medio para construir un mejor país. Y el hecho de que la impulsáramos organizadamente desde la Alianza Nacional Constituyente (http://ancoficial.blogspot.com/) no obedecía a otra cosa en que esa era la manera organizada en que la sociedad civil, a través de los mecanismos establecidos en nuestra constitución, pudiéramos matar dos pájaros de un solo tiro: resolver la crisis política con la sustitución constitucional del régimen, para en el mismo acto discutir entre todos un nuevo sistema político para el país del futuro en paz y reconciliación.

Lamentablemente el régimen hizo lo que la oposición oficial reunida en la MUD se negó tozudamente a hacer, convocándola él mismo para atornillarse en el Poder y acercarnos más al castro-comunismo cubano. Pero esa ya es historia pasada y no suelo llorar sobre leche derramada sino reagrupar fuerzas para establecer una nueva estrategia que nos lleve al mismo lugar que nos propusimos desde el principio, que no es otra cosa que la creación de ese nuevo sistema político que debemos construir entre todos.

Pero reagrupar fuerzas no es fácil. Ya llevábamos cierto camino recorrido en la Alianza Nacional Constituyente hasta que el régimen decidió convocar su constituyente fraudulenta sin el consentimiento del Depositario de la Soberanía. Algunos se unieron a la ANC, tanto personas como organizaciones, con la intención de “salir del régimen”. Otros –creo que la mayoría- lo hicieron por la esperanza de convocar al Constituyente Originario para discutir un Proyecto de País, con nuevas reglas e instituciones, que nos pusieran en la cabecera de una pista de despegue –hasta ahora imaginaria- para comenzar realmente con el Siglo XXI, de la misma forma como Venezuela lo hizo después de la muerte del dictador Juan Vicente Gómez en 1935.

Ambos grupos siguen a la espera de la ANC por esa nueva estrategia de acción. Les informo que no nos hemos quedado tranquilos. La tarea es muy grande y no la podemos hacer solos. Siempre fue una importante tarea de la Alianza convencer a los factores políticos que era, es y sigue siendo necesario e indispensable para lograr una sana evolución del país, que luego de salir de esta tragedia de delincuentes en el poder, discutamos a Venezuela en el único espacio donde puede hacerse: en una Constituyente Originaria convocada y aprobada por el pueblo.

Y al llegar a la conclusión de que eso era imposible de hacer con los factores políticos que ahora negocian nuestro futuro con el régimen en Republica Dominicana, decidimos emprender el camino más duro: intentarlo nosotros mismos con el propio Depositario de la Soberanía y convencerlos de que ese camino era posible. Pero resultaba un camino muy largo y nos ganó el régimen. Hubiéramos levantado 3 millones de firmas (+15% del padrón electoral) como se requería en el Artículo 348 Constitucional para la convocatoria del Constituyente Originario, que con la ayuda de los partidos que ahora son mayoría en la Asamblea Nacional se hubiera hecho en días por no decir horas. Pero ellos eligieron otro más tortuoso que resultó perdedor. Pero perdimos todos…

En este momento un importante sector de la Venezuela opositora se encuentra decidiendo que esa oposición oficial que no entendió el camino que les habíamos propuesto, no solo pudo haber sustituido al régimen a través del camino constituyente sugerido, sino que desatendió el mandato que les dimos el 16 de Julio en una Consulta Popular, a todas luces histórica en los anales de la democracia mundial, debe ser sustituida a la brevedad por otra que mejor represente los intereses de esta Venezuela que sufre. De lograrse esa nueva entidad opositora, será ella quien decida los caminos y las tareas que se requieran para la sustitución urgente del régimen de Nicolás Maduro, no continuando esta parodia opositora que ahora existe solamente para alargar su permanencia en el poder.

Nosotros en la ANC seguimos en nuestro empeño de convencer a todos los venezolanos de que sea cual sea la manera que se acuerde dentro de una nueva oposición para el cese inmediato en el poder de Nicolás Maduro y su régimen, Venezuela necesita discutir de nuevo su Contrato Social. Y eso solo se logra convocando al Constituyente Originario. Nosotros tenemos un papel de trabajo para esa discusión y se llama Proyecto País Venezuela Reconciliada vía Constituyente, con unas Bases Constituyentes para su convocatoria (ver el Proyecto y sus Bases en http://ancoficial.blogspot.com/p/documentos-fundamentales.html).

Pero lo más importante de toda esta discusión es que al iniciar un nuevo camino con un nuevo liderazgo opositor verdaderamente determinado y dispuesto a un cambio político inmediato, el panorama de Venezuela deberá cambiar, dándole esperanzas a un pueblo que necesita respuestas ya, no para el 2018.

La comunidad internacional que ha estado resteada con el pueblo de Venezuela en esta lucha que ha costado tantas vidas de jóvenes venezolanos está solamente esperando que nosotros nos pongamos de acuerdo y tengamos la racionalidad y la sensatez de ser coherentes con lo que hemos hecho al protestar en las calles.

Si por un lado desde afuera nos ven “negociando” con el régimen y aceptando tácitamente a ese fraude constituyente de Nicolás Maduro y Delcy Rodríguez, como lo ha estado haciendo la MUD al asistir a ese “dialogo” en Republica Dominicana, por el otro no podrán seguir aplicando las sanciones inteligentes dirigidas a cercar y neutralizar las acciones de los principales funcionarios del régimen en contra de nuestra población. Se requiere con urgencia redefinir la estrategia opositora y eso no se puede hacer con una oposición complaciente a los deseos del régimen.

El arranque urgente de una nueva plataforma de oposición nos daría el marco opositor adecuado para retomar el camino Constituyente Originario de una reconstrucción con reconciliación en el momento preciso, pero dentro de una estrategia combinada que nunca se pudo conciliar con una oposición colaboracionista y entregada. Nunca será tarde para recuperar la esperanza de cambio de los venezolanos…

Caracas, 3 de Octubre de 2017

Twitter:@laguana

miércoles, 21 de junio de 2017

¿Y cómo nos comemos el 333 y el 350?

Por Luis Manuel Aguana

Bien encaminada pareciera estar la decisión de la oposición oficial de ¡por fin! asumir los Artículos 333 y 350 de la Constitución con el fin de enfrentar al régimen en su determinación de imponer un fraude constitucional vía constituyente (ver Manifiesto de la Unidad Democrática en defensa de la Constitución y la Democracia, en http://www.unidadvenezuela.org/2017/06/unidad-democratica-iniciara-nueva-etapa-lucha-social-defensa-la-constitucion-la-democracia/).

Y digo pareciera porque si bien es cierto eso hay que hacerlo, creo que se saltaron algunos pasos antes de llegar allí. Lo primero que hay que hacer es decirle a la gente como se come eso. El solo expresar “estamos en 350” o “estamos en 333” requiere que antes se le explique, y mas allá, se conduzca a la población a la ejecución de las acciones cívicas y no violentas que se realizarán con la ayuda de ellos, más allá de solo indicarles que estén en las calles o exhortar a la población a que declaren “que no permitirán el uso de los centros electorales y centros comunitarios para la violación de la constitución…” (Séptimo punto del Manifiesto de la MUD).

He estado “en 350” desde el año 2013, al desconocer públicamente y en la práctica al CNE como institución que refleja la voluntad de los electores venezolanos y expliqué en su momento porqué (Ver Porqué no les daré mi voto, en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/porque-no-les-dare-mi-voto.html). Pero la MUD hasta ahora ha reconocido al CNE participando, y haciendo que la población participe, en todas las elecciones hasta la fecha. Algunos dirán que les salió bien porque existe una Asamblea Nacional opositora. Pero aun así, en el neto, hemos llegado a lo mismo, a desconocerlos por sus acciones inconstitucionales, solo que muchos años después, luego de mucha destrucción y muerte, y donde todos hemos perdido por haber llegado tarde a la misma conclusión a la que yo llegue en el 2013. Es tarde para decir que hubiera pasado si los hubiéramos desconocido antes cuando Capriles no quiso marchar al CNE. Aunque quisiera no tienen mi reconocimiento por eso, y espero que ese desconocimiento que ahora hacen también aplique a su participación en cualquier elección futura hasta que este CNE cambie, incluyendo la de Gobernadores y Alcaldes.

Dicho esto, quiero volver al punto inicial: ¿y cómo se comen en la práctica ahora el 333 y el 350? Porque es muy simple decirle a la gente que “impidan el uso de los centros electorales” sin provocar violencia y muertos, o mantenerse en las calles indefinidamente evitando más muertes de adolecentes. Pregunten a la dirigencia más allá de la rabia que eso nos pueda provocar. ¿Cómo colabora un ama de casa común, o un jubilado de la cuarta edad, o un simple trabajador, que por una u otra razón no ha podido, aunque haya querido, estar en una de esas marchas de protesta cívica? La oposición podrá sacar a la calle un millón de personas pero en el RE hay 19 millones de personas. ¿Cómo se hace para que esas personas que están allí y que se oponen a este régimen se manifiesten abiertamente con un 333 o un 350?

Esas son las preguntas difíciles que nos deben responder responsablemente los dirigentes de la MUD. Si bien es cierto que existen efectivamente venezolanos que están batallando en las calles, ellos no pueden, ni deben ser, aunque lo quieran, material humano bélico de enfrentamiento en contra de un gobierno asesino armado hasta los dientes, que en lugar de alimentos y medicinas, gasta los reales en tanquetas, balas y bombas lacrimógenas para reprimirlos.

Entonces nuestra lucha es y tiene que ser cívica y no violenta. Y eso no significa que se rehúyan las manifestaciones de calle a las que el régimen agrede abiertamente, sino que todas las acciones que se realicen deben tener una característica tal que traigan como consecuencia la participación de la mayor cantidad de personas posible en actos cívicos que impliquen un accionar democrático, y que de ser reprimidas expongan y debiliten aun mas al régimen y a su base de sustentación.

El año pasado me refería a como entendíamos desde la Alianza Nacional Constituyente la ejecución del Artículo 350 (ver El verdadero desconocimiento del Artículo 350, en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/10/el-verdadero-desconocimiento-del.html) y la colaboración a la restitución de la vigencia de la Constitución del 333. Allí describía que el solo hecho de activar el Poder Originario establecido en el Artículo 347, por encima de los Poderes Constituidos ya era de hecho el desconocimiento previsto en el Artículo 350. La aplicación misma de las Bases Constituyentes para el llamado a una Constituyente Originaria, era en sí misma un desconocimiento del CNE, TSJ, Ejecutivo Nacional y el resto de los Poderes secuestrados por el régimen.

¡El solo hecho que un ciudadano común firmara una planilla de recolección de firmas para activar el Poder Originario ya constituía la activación del 333 y 350 por parte de ese ciudadano! ¡Y eso sin que expusiera su vida frente a la Guardia Nacional! Mi primera aproximación aquí debería ser a que lo activáramos con unas Bases Constituyentes que ya hemos hecho del conocimiento público. Pero habida cuenta que ahora no se trata de la activación del Poder Originario para llamar al Constituyente sino para que se pronuncie en contra de un fraude constitucional, el método es exactamente el mismo y está en manos de la Asamblea Nacional. Veamos.

En una nota anterior explicaba el mecanismo del Artículo 71 (ver La batea de la Asamblea Nacional, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/06/la-batea-de-la-asamblea-nacional.html) y la propuesta de la Alianza Nacional Constituyente a la Asamblea Nacional (ver Mensaje de la ANC a la Nación, en http://ancoficial.blogspot.com/2017/05/mensaje-de-la-alianza-nacional.html, y Comunicación dirigida a la AN por parte de la ANC en fecha 25-05-2017, http://tinyurl.com/yd8w2dqy).

¿Qué requiere esto? De una decisión formal de la Asamblea Nacional -que todavía esperamos- de ir a un proceso de Referendo Consultivo con la mayoría simple de sus integrantes de acuerdo al Artículo 71 y establecer a seguidas un cronograma de ejecución inmediata para esa consulta sin el CNE porque estamos en 350, con la colaboración cívica de todos los ciudadanos, investidos o no de autoridad, porque estamos en 333. Estoy seguro que eso lo montaría la MUD en pocos días con la colaboración de todos cívicamente. Así nos comeríamos esa decisión de llamar al 333 y al 350 con la participación de 19 millones de ciudadanos.

Creo entonces que la cosa no está en impedir que ellos voten como dice ese Manifiesto de la MUD, sino en hacer que ellos impidan que nosotros lo hagamos demostrando mayoría. Se vería extraordinariamente mal que nosotros seamos lo que impidamos votar cuando ¡son ellos quienes nos lo impiden a nosotros! ¿Se imaginan al 85% de ese Registro Electoral ejerciendo su derecho a votar en un Referendo Consultivo, llamado por las fuerzas democráticas los días previos al 30 de julio, haciendo cola frente a unas cajas de cartón –sin máquinas- en todas las ciudades de Venezuela en los sitios más diversos? ¿Qué haría el régimen? ¿Nos echaría encima a la Guardia Nacional pretoriana en toda la geografía nacional para acabar con las colas de personas que lo que desean es expresarse cívicamente para vivir en democracia? ¿Se atrevería Maduro a matar a la gente en esas colas de gente asumiendo la constitución pacíficamente? Me imagino cómo reaccionaría la comunidad internacional cuando observen los videos de la GNB dispersando con “gas del bueno” a la gente en las colas tratando de votar. A eso es que hay que obligar al régimen.

Y si lo hacen, ¿se lo permitirán los militares? Allí es donde le veríamos el hueso a las Fuerzas Armadas. Allí es donde aquellos que están para hacer cumplir la voluntad del pueblo con sus armas se tienen que definir a favor o en contra de que ese mismo pueblo se exprese cívicamente. ¡Y lo harán precisamente a través del 328, 333 y 350 porque les daríamos la oportunidad única para eso! Porque no es al frente de una ballena, la GNB o los colectivos armados que el pueblo venezolano deberá ganarle la batalla a estos delincuentes, sino en el mero centro donde se encuentra el origen de la legitimidad de las instituciones: en el voto. Si lo hacemos adecuadamente, habremos conducido esta lucha cívica con la menor exposición de vidas y con la mayor probabilidad de éxito, porque nos habremos comido como es el 333 y el 350, y obligado al 328 quienes les corresponde.

Caracas, 21 de Junio de 2017

Twitter:@laguana

jueves, 15 de junio de 2017

La batea de la Asamblea Nacional

Por Luis Manuel Aguana

Pareciera ser que la disyuntiva de Venezuela está entre dejar escapar a los delincuentes, ladrones, narcotraficantes, asesinos y violadores de Derechos Humanos, o terminar de una vez por todas con esta pesadilla. Esa al parecer es la negociación que se le está planteando al país (ver Así se cocina el salvoconducto para la salida de Maduro, en http://enpaiszeta.com/reporte-asi-se-cocina-salvoconducto-la-salida-maduro/) y que están empujando Presidentes y diplomáticos en todo el mundo. Difícilmente habrá una respuesta de consenso entre nosotros para eso.

El 11 de abril de 2002 se planteó algo similar con Hugo Chávez Frías. Luego de su renuncia “la cual aceptó”, Chávez exigió para hacerla efectiva un salvoconducto para el, su familia y allegados, con la entrega de una maleta llena de dólares. ¡Como el propio secuestrador con rehenes exigiendo un rescate! Por diferencias de criterio entre aquellos que condujeron ese desorden –y que después algunos llamaron golpe-, se perdió un tiempo precioso que permitió el regreso al poder del Galáctico. Por supuesto que esa no fue la única razón de su retorno, pero las horas perdidas en esa discusión dieron paso a nuevas alternativas que condujeron a un nuevo estado de cosas que demostró ser desfavorable para todos.

Esta nueva teoría puesta en boga por algunos analistas políticos de que hay que bajarle los costos de salida al régimen”, ha dado lugar a esta nueva estrategia según la cual los venezolanos cambiaríamos impunidad por que se vayan y nos dejen el país. Y creo que hay que detenerse a analizar eso porque aquí no estamos hablando de un supermercado donde se metieron unos atracadores y tienen de rehenes a unas personas, con la policía afuera. Estamos hablando de un país entero que ha sido desmantelado, con un saldo de muertos, torturados y heridos.

Efectivamente, si con los asesinatos del 11 de abril de 2002 se le hubieran dado inmediatamente a Chávez esas concesiones para irse, nos hubiéramos ahorrado 15 años de destrucción y muerte. Inclusive algunos dijeron -no sin cierta razón- que posteriormente se hubiera solicitado su extradición para que fuera juzgado en el país, como efectivamente sucedió con Marcos Pérez Jiménez. Pero la historia terminó de la peor manera posible: no se le dio lo que solicitó para irse, pero tampoco salimos de él, profundizándose la crisis con un Chávez resentido buscando venganza y retaliación.

¿Cómo se resuelve entonces el problema? Pienso que para entrarle a ese análisis debemos sopesar que tan grave está el régimen para evaluar si lo que eventualmente estaríamos dando a cambio, en términos de impunidad, se corresponde con la realidad de algo que de todas maneras conseguiríamos, porque el tiempo juega a nuestro favor. Y digo a nuestro favor porque cada día que pasa y se profundiza la crisis, va sumándose todo el país nacional a esta exigencia por la libertad y la democracia: que Maduro salga inmediatamente y se realice una transición política en Venezuela.

Entonces, ¿por qué se van a ir con “la cabuya en la pata” si de todas formas ellos van a caer, más temprano que tarde, con las consecuencias que todos conocemos? El país está “vomitando” esta indigestión rojo-rojita, que es lo que precisamente está haciendo que cada vez más se estén pronunciando altos funcionarios y ex funcionarios de la “nomenklatura” chavista –que no madurista- alineándose a favor de la Constitución de 1999.

Entonces luce contradictorio buscarles comodidades para que se vayan, o como se dice ahora, “bajarles los costos de salida”, a unos muertos técnicamente caídos. ¿No será más bien que hay gente retrasando su caída para acomodarse mejor para lo que viene?

Maduro sigue en el poder y nadie sabe porque aun continúa en Miraflores. Algo lo sostiene y no son precisamente los factores que se ven a simple vista. Uno de ellos puede ser efectivamente el Alto Mando Militar cómplice de las fechorías del régimen pero este, como el resto, no es ciertamente monolítico como lo acabamos de constatar con el General del Consejo de Defensa de la Nación (CODENA).

Si partimos del hecho demostrado que el régimen no quiere contarse en elecciones libres, abiertas y auténticas, hemos planteado desde la Alianza Nacional Constituyente que el mecanismo práctico e idóneo para hacer efectiva esa cuenta es convocar con la mayoría simple de la Asamblea Nacional un Referendo Consultivo, establecido en el Artículo 71 constitucional para materias de especial trascendencia nacional, con la finalidad de preguntarle al pueblo si desea convocar a una Asamblea Nacional Constituyente en los términos planteados por Nicolás Maduro. Este Referendo sería aprobado y organizado por la AN de manera inmediata.

Claramente una mayoría de venezolanos votaríamos en ese Referendo en una jornada cívica, acompañando a la AN en su decisión, dándole así el piso político que requiere la oposición para destituir al Ilegitimo y establecer un gobierno de transición que conduzca al país hasta su reinstitucionalización.

Pero muchos de ustedes dirán, ¿pero que más pruebas? !El 85% los rechaza, de acuerdo a las encuestas! ¡El pueblo está en la calle! Pero esa es una afirmación genérica que es indicio fundado mas no obliga políticamente a nadie. Lo que verdaderamente obliga es un pronunciamiento cívico de TODA la población electoralmente activa. Eso efectivamente doblaría al régimen a retroceder en su pretensión comunista de cambio constitucional, con la consecuente caída estrepitosa de lo que queda de el. Pero hay algo que esta trabando esto. Y eso nos lleva de nuevo al inicio de esta nota.

Si existen, como ya hemos visto, movimientos internacionales para recibir a estos delincuentes antes que la población pronuncie su veredicto mediante una consulta vía Referendo, es porque efectivamente hay negociaciones gobierno-oposición para salvaguardar quien sabe qué cosa, porque aquí hay mucha gente partícipe de este desastre y que no está precisamente en el gobierno, interesada como el madurismo en una transición gatopardiana para que todo cambie sin cambiar nada. ¿Estoy exagerando?

Si no es así, ¿por qué entonces Maduro sigue gobernando teniendo la Asamblea Nacional todas las facultades para, no solo hacer efectiva su destitución del 9 de enero, sino para asumir el gobierno en toda su extensión? Si los militares de verdad apoyan a estos criminales, entonces que lo manifiesten oponiéndose a que la representación popular establecida en la Asamblea Nacional tome las decisiones que tiene que tomar.

Si la AN no lava, al menos que le preste la batea al pueblo de Venezuela, procediendo a organizar un Referendo Consultivo para que sea el Soberano el que decida el futuro de este país. Ni Maduro, ni la Asamblea Nacional tienen esa prerrogativa, solo el Poder Originario en manos de los venezolanos.

Nota importante:
El hecho que consideremos indispensable la realización de un Referendo Consultivo para preguntarle al pueblo si desea o no un fraude disfrazado de Constituyente, de ningún modo implica que hayamos desistido de la necesidad de la convocatoria a un verdadero proceso Constituyente de carácter Originario, para debatir los fundamentos de un nuevo Proyecto de País. El grado de satanización opositora que al que se ha llegado alrededor del mecanismo Constituyente para el cambio del sistema político del país, hace imposible discutir este tema con la sindéresis necesaria en los momentos donde precisamente mas hace mas falta. Deberemos abordar el tema Constituyente una vez el país haya conjurado la amenaza comunista, que bien nos pudimos ahorrar desde hace mucho tiempo si los factores políticos hubieran entendido a cabalidad el significado de realizar un proceso constituyente originario que partiera de la iniciativa popular. Seguiremos en nuestro empeño por formar e informar acerca de este tema a los venezolanos, así la oposición oficial haya prostituido su profundo sentido de cambio a favor de los venezolanos.

Caracas, 15 de Junio de 2017

Twitter:@laguana